Ilusionados, deseosos y esperanzados, pero también cargados de inseguridad… así llegaron Cristina y Alejandro el primer día que se presentaron en nuestra oficina. Hacía tiempo que soñaban con poder vivir juntos en la casa perfecta, y aunque no estaban muy seguros de que pudiesen alcanzar ese objetivo, Marta les aseguró que les ayudaría a conseguirlo.

Y fue entonces, cuando la pareja no pudo contener la emoción… ¡Incluso mantuvieron en secreto todo el proceso hipotecario para sorprender a sus seres queridos!

Como os prometimos el primer día, vuestra casa perfecta no iba a quedarse únicamente en un sueño… ¡Lo hemos conseguido, ya es toda una realidad!